Alguien nos reunió aquí para escuchar el llanto del viento, la lluvia y su melancólico baile a través del cristal. Está oscuro y hace frío, y los gritos se pueden escuchar, entrecortados, desesperados se han de estrellar, con las lágrimas derramadas tratando de volar. Camina libre y sola, no hay nadie en quién confiar, pero camina y corre sin parar, pues ese maldito bosque tu corazón se ha de tragar. Procura entonces ser paciente y persuasivo, si un alma esta noche quieres salvar, dile que vale la pena, que tarde o temprano ha de sanar. Mientras tanto un alma se ha perdido, muere de desolación y soledad.
ERIKA TRINIDAD
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